PLANETA MAGNÉTICO

La Tierra tiene un campo magnético con polos Norte y Sur. Está rodeado por una región llamada la magnetósfera, previniendo que la mayoría de las partículas del Sol, que se trasladan con el viento solar, choquen contra la Tierra. Esto se explicaría, entre otras, por que el núcleo terrestre es líquido. Se trata de un magma muy caliente, un material conductor. Como el planeta gira, dicho magma también lo hace, aunque no de manera uniforme. Una rotación no uniforme de un material conductor crea una dínamo, y es ella la que da lugar al campo magnético terrestre, que presenta un polo Norte y un polo Sur. En algunos momentos se han intercambiado: el polo Norte ha pasado a ser el polo Sur y viceversa.

Algunas partículas del viento solar pueden penetrar la magnetósfera. Estas partículas dan origen a los espectáculos de luces de la Aurora. El Sol y otros planetas tienen magnetósferas, pero la Tierra tiene la más intensa de todos los planetas rocosos. Los polos magnéticos Norte y Sur de la Tierra se invierten a intervalos irregulares de cientos de miles de años, creció y decreció a través de miles de años cambiando la polaridad (el polo norte magnético se transformó en polo sur magnético y viceversa).


ELECTRICIDAD TERRESTRE.
 
Se conocen tres sistemas eléctricos generados por procesos naturales. Uno está en la atmósfera. otro está dentro de la Tierra, fluyendo paralelo a la superficie, y el tercero, que traslada carga eléctrica entre la atmósfera y la Tierra, fluye en vertical. La electricidad atmosférica es el resultado de la ionización de la atmósfera por la radiación solar y a partir del movimiento de nubes de iones. Estas nubes son desplazadas por mareas atmosféricas, que se producen por la atracción del Sol y la Luna sobre la atmósfera. Suben y bajan a diario, como ocurre en el mar. La ionosfera constituye una capa esférica casi perfectamente conductora.


Las corrientes de la Tierra constituyen un sistema mundial de ocho circuitos cerrados de corriente eléctrica distribuidos de una forma bastante uniforme a ambos lados del ecuador, además de una serie de circuitos más pequeños cerca de los polos. La superficie de la Tierra tiene carga eléctrica negativa. La carga negativa se consumiría con rapidez si no se repusiera de alguna forma. Se ha observado un flujo de electricidad positiva que se mueve hacia abajo desde la atmósfera hacia la Tierra. La causa es la carga negativa de la Tierra, que atrae iones positivos de la atmósfera. Al parecer, la carga negativa se traslada a la Tierra durante las tormentas y el flujo descendente de corriente positiva durante el buen tiempo se contrarresta con un flujo de regreso de la corriente positiva desde zonas de la Tierra con tormentas.


El ser humano está constituido por billones de células. Esas células están compuestas de moléculas, las moléculas de átomos y los átomos están formados por protones (+), electrones (-), neutrones y partículas subatómicas.  Tienen carga positiva, negativa y neutral.  Funciona como una unidad eléctrica, una batería, y por consecuencia tiene un campo magnético. Todo cuerpo humano descarga electricidad estática y su cantidad varía en cada caso. 

Al  utilizar el campo magnético en su cuerpo, esta energía invisible comienza a polarizar su sangre.  Cuando esto pasa la circulación de la sangre mejora, y su fuerza, poder y energía habrá aumentado. También reduce la tensión del cuerpo ya que  las funciones del cuerpo se logran con menos esfuerzo. Toda lesión y casi toda enfermedad, hasta el cansancio, están influenciadas por los campos electromagnéticos, naturales o artificiales.  Lo intrigante es el hecho que cualquier entidad viviente que sea privada de un campo magnético menor que el de la Tierra por un largo periodo de tiempo, sufriría complicadas y frecuentes angustias,  enfermedades y finalmente morirá. 

Biomagnetismo es la ciencia de aplicar campos magnéticos a sistemas biológicos. Su aplicación es un arte ya que envuelve la selección de imanes de distintas potencias, para aliviar distintas molestias del cuerpo. Investigaciones demuestran que el magnetismo penetra el cuerpo humano por los sistemas circulatorio, nervioso y endocrino. Continúan demostrando que al usar imanes ayudamos o fortalecemos las energías naturales del sistema biológico. Las investigaciones sugieren que el uso de imanes puede:

Fortalecer y restaurar las células del cuerpo
Aliviar dolores
Reducir inflamaciones
Aumentar la circulación sanguínea
Prevenir o controlar las infecciones
Promover el proceso de sanación