FOSFENISMO, PURA ENERGÍA

El FOSFENISMO es un conjunto de técnicas para aumentar las capacidades cerebrales mediante cortas observaciones de una fuente luminosa adecuada persistiendo durante tres minutos. Desde hace milenios, se practican numerosas tradiciones y enseñanzas iniciáticas, con la finalidad de provocar la elevación de la conciencia. Esto es lo que hacían los chamanes con el resplandor del agua en un río o las llamas del fuego.


El sistema fénico es el conjunto de los intermediarios fisiológicos entre los sentidos físicos y los sentidos espirituales equivalentes que, una vez despertados, dan lugar a la percepción de energías, de acontecimientos o de universos intangibles, no perceptibles por los sentidos físicos. Cuando se estimula el sistema fénico, provoca la percepción de los planos espirituales, lo que las tradiciones llaman «más allá», «mundo invisible» o «planos sutiles». El equivalente del fosfeno existe al nivel de todos los demás sentidos físicos, a los cuales hay que añadir el sentido del equilibrio, de la actividad muscular, de la respiración, un feno vinculado al esqueleto y otro a la percepción del tiempo.

Los Fosfenos son manchas multicolores que persisten en el campo visual, en oscuridad, durante unos treinta segundos en los que se busca asociar un fosfeno a un pensamiento, visual o auditivo preparada de antemano. Esta imágenes mentales luminosas que tienden hacia lo infinitamente pequeño pueden ser percibidas desde un punto luminoso, un pequeño sol, o la llama de una vela, a la que le sigue una mancha multicolor que persiste en el campo visual.

A través de los ojos activamos la glándula pineal que ayuda en las visiones, a sueños lucidos y poderes extraordinarios. Las imágenes posteriores tienen un significado y una revelación específica que sucede al mantener la vista durante un tiempo fija en un color, después surge el color complementario reflejado en una pared o un papel en blanco.


La palabra fosfeno proviene del griego "phainein" que significa "aparecer" pero también "brillar". En 1838, el naturalista Lelorgne de Savigny lo emplea para designar una variedad de gusanos de luz y el fisiólogo Venzac para designar las sensaciones luminosas espontáneas.

También se puede observar  una variedad de fosfeno que percibimos en oscuridad completa o en ciertos casos con los ojos abiertos. Está constituido por manchas lechosas apenas perceptibles, o por pequeñas chispas de luz; buscando los detalles en el caos visual, es posible organizarlo y con un poco de experiencia desencadenar un verdadero cine interior. La última fase del fosfeno, parece un resplandor y tiene una textura grumosa y un color gris lechoso.
El pensamiento rítmico consiste en repetir el mismo pensamiento de manera rítmica. El ritmo estructura el pensamiento y permite obtener el desarrollo y la acumulación de las energías cerebrales y técnicas iniciáticas que, por el aumento de los ritmos cerebrales y de las energías internas, provocan extensiones de conciencia. A través de estas experiencias fantásticas, cada uno descubrirá que tiene la posibilidad de acceder a un universo interior antes reservado para unos pocos elegidos.


OBSERVE SUS RITMOS CEREBRALES

Este dibujo da la sensación de un cubo en volumen. Observe su posición en el espacio durante algunos minutos sin esfuerzo de concentración, para ello mire el centro del cubo sin mover los ojos . ¿Su posición es constante? ¿Percibe cada posición del cubo durante un tiempo igual?
La alternancia vertical: esta escalera posee un característica particular. Puede ser percibida al revés. Esta simetría muestra que el cerebro analiza las formas más allá de lo que creemos que vemos con certeza. Es posible también otra percepción: la de un "biombo" visto desde arriba, cortando una habitación en dos. Ciertas personas hasta ven rayas desaparecer de modo regular. Todos estos fenómenos muestran el trabajo rítmico de ambos hemisferios. La atención, la memoria, la reflexión dependen de la regularidad de la alternancia cerebral.
La chica en la pared es un conocido ejercicio que consiste en mantener la mirada fija en la nariz roja por 30 segundos, y luego dirigir la vista a una pared en blanco parpadeando, lo que hace ver una imagen sorprendente…




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