LA ENERGÍA VITAL


En todas las culturas hay un equivalente para lo denominado energía vital. En China se denomina Qi/Chi, en Japón Ki, en India Prana, en la cultura Griega Neuma, en occidente lo solemos llamar Energía VitalUna energía sutil que recorre nuestro organismo, se acumula en ciertos puntos del cuerpo y nos permite activar las diferentes capacidades de energía existentes. Según algunas disciplinas, se le puede caracterizar por calorías, potencia, frecuencia o electricidad derivada del pensamiento, denominadas ondas alfa, beta o gamma. Todas hablan de lo mismo.


El diccionario occidental define vitalidad, como la correcta combinación de la fortaleza física y mental, lo que indica un equilibrio entre el cuerpo y la mente. Es  la energía disponible del organismo que puede encontrarse como energía mental (pensamientos), energía afectiva (emoción), o energía física (acción). Todo es energía y la energía está en todo. Cuando pasa por nuestro cuerpo recibe muchos nombres dependiendo de la cultura o filosofía. En muchas culturas se han desarrollado ejercicios y métodos para controlar nuestra energía vital, con la intención de canalizarla para un buen funcionamiento del cuerpo, o incluso para sanarnos a nosotros mismos o a los demás. 


Si en algo coinciden todos los estudios y culturas acerca de la energía vital, es que su flujo afecta directamente al buen o mal funcionamiento del organismo y de nuestro ánimo, es decir, si en algún punto o "canal" existe un bloqueo energético, este puede afectar a un exceso o defecto de actividad de un órgano o glándula en concreto, y este bloqueo energético a su vez puede nos repercute en algún aspecto psicológico o anímico. Casi todas coinciden en la polaridad de la energía, es decir, toda energía tiene un polo positivo y un polo negativo, y entre ellos se produce un flujo energético.


Según la cultura, cada concepto recibe un nombre, por ejemplo, en India denominaron los puntos energéticos del cuerpo como Chakras. En Japón desarrollaron el Reiki, para controlar el flujo de energía con fines sanadores. En la cultura tradicional china, los canales por los que fluye la energía se denominan Meridianos, la polaridad de la energía se simboliza con el Yin Yang, y el control del flujo energético para la sanación se trata con la meditación, la respiración, el yoga, el chi kun y la acupuntura.


Se asocia la vitalidad a un estado de juventud y que esta declina con los años, pero no es así, ya que  mantener una nutrición apropiada y pensar positivamente la mantienen y vigorizan.  Las frutas y hortalizas son alimentos que aportan vitalidad principalmente por su contenido en agua, diversas vitaminas y sales minerales. Ambos nutrientes influyen de forma importante sobre el estado de ánimo, y algunas de las funciones que desempeña el sistema nervioso. Los hidratos de carbono aportan energía al organismo, su función puede compararse con la que desempeña la gasolina para un auto,  por lo tanto es aconsejable además incluir alimentos ricos en estos nutrientes durante el día.  

Se dice que un estado nutricional deficitario disminuye la actividad de las principales funciones orgánicas, incluido el cerebro. Una persona mal alimentada puede padecer alteraciones psicológicas debido a un mal funcionamiento cerebral. Mejorar los hábitos alimenticios aliviará los estados de decaimiento, fatiga y desánimo, teniendo mejor disposición ante las situaciones de la vida y las acciones que emprendemos en ella. Así también se hace esencial el consumo de agua durante el día, lo que permite una buena hidratación, oxigenación y equilibrio orgánico.


El juego y el ejercicio físico es un medio para incrementar la energía y vitalidad, así también sonreír es muy importante ya que los músculos de la cara funcionan como torniquetes, facilitando o disminuyendo el paso de la sangre hacia la zona frontal de tu cerebro. Si existen  tensiones, frustraciones o amarguras se ven reflejadas en la rigidez del rostro, el flujo sanguíneo y el nivel de oxígeno que le llega a tu cerebro se ve reducido. Al sonreír, los 32 músculos de la cara bombean un mayor nivel de oxígeno a los lóbulos centrales. Esto estimula la secreción de endorfinas, hormonas neuronales que inducen estados de placer los cuales comienzan a contrarrestar patrones de depresión, tristeza, apatía, rabia. 

La manera de producir endorfinas y con ello aumentar la energía y la vitalidad, es a través del ejercicio físico. Al despertar estira todas las partes del cuerpo. Esta es una forma de activar todas las células musculares y preparar al cuerpo para una actividad más dinámica. También  parado y con las piernas juntas, toma aire, expandiendo el abdomen, mientras elevas las manos, con las palmas hacia arriba, por delante de tu torso. Espira bajando las manos con las palmas hacia abajo, como si estuvieras empujando algo hacia el suelo. Repite al menos 30 veces. En la misma posición y con las palmas hacia el torso, a la altura del pecho, se realiza con un brazo un círculo hacia afuera, al tiempo que inspiras, y con el otro brazo expiras  haciendo un círculo con el otro brazo, repitiendo continuamente e intentando flexionar levemente las rodillas del lado donde realizas el círculo. Así también puedes elevar los brazos por el costado del cuerpo, mientras inspiras, hasta juntar las palmas por encima de la cabeza. Bájalas con las palmas juntas, por delante de la cabeza y torso hasta llegar a la altura del pecho. Este movimiento se realiza espirando y flexionando levemente las rodillas en el descenso de las manos. Para todo los ejercicio que hagas es  importante estar consciente del ritmo cardíaco para que la calidad del ejercicio sea superior.
Para tener más energía, a veces se necesita parar un rato, ya que al descansar te recuperamos la energía perdida. Cuidar el sueño, escuchar una música inspiradora, tomarse  un vaso frío y refrescante de agua o jugo de frutas siempre viene muy bien. La naturaleza proyecta una magia increíble, que estimula los sentidos y lleva  a los pensamientos altas dosis de inspiración….  Las olas rompiendo en la costa; las bandadas de pájaros surcando el cielo al atardecer; el rozar de la fresca brisa en tu rostro; el aroma de las flores; el cantar de los grillos; los hermosos colores naranja de las nubes cuando el sol baja.


Los practicantes de algunas disciplinas afirman que el ser humano puede controlar y utilizar esta energía, a través de diversas técnicas, acrecentándola, acumulándola y distribuyéndola por todo el cuerpo o usarla en forma concentrada, como en el Tàijíquán  el Daitō-ryū aiki-jutsu , el Aikidö y otras artes marciales. Otros afirman poder curar cierto número de enfermedades y otros efectos liberando el libre flujo del Qì por el cuerpo humano. Éste es el caso de medicinas alternativas como el magnetismo curativo, Reiki, Acupuntura, Digitopuntura y de algunas disciplinas como el qìgōng.

Vea aquí algunos interesantes video sobre la fuerza vital.